Mariguana y Revolución
La Revolución Mexicana es un periodo significativo en los anales cannábicos, pues en el ambiente soldadesco afloró la cultura popular cannábica.
La idea del soldado como "marihuano" fue utilizado comúnmente en las referencias literarias, policiacas y científicas de la época. En 1909, Marcelino Dávalos escribía en su novela Carne de Cañón: "Hay entre ustedes alguno o algunos expendedores de marihuana. Son muchos los cigarros recogidos a la tropa. Me importa un esto y lo otro que ustedes fumen… ¡para nada sirven!". Por su parte, Gregorio Oneto Barenque un médico de la época, constata este uso común en la
'La Marihuana ante la Psiquiatría y el Código Penal´, cuando señala que: "En México, la marihuana se fuma a la hora de las comidas en las afueras de los cuarteles, sentados en el suelo, formando círculo la canalla soldadesca; sirviéndose para preparar sus cigarrillos de papel de estraza."
No es posible olvidar a Francisco Urquizo, quien en su libro
Tropa Vieja describió las vivencias de un soldado revolucionario, entre las cuales se encuentran experiencias del uso entre los soldados, a la vez que nos regala la célebre poesía del personaje Otamendo: “¡Yerbita libertaria, consuelo del agobiado, del triste y del afligido! Has de ser pariente de la muerte cuando tienes el don de hacer olvidar las miserias de la vida, la tiranía del cuerpo y el malestar del alma… Sacudes la pesadez del tiempo; haces volar y soñar en lo que puede ser el bien supremo… ¡Yerbita santa que crea Dios en los campos para alimentar las almas y elevarlas hasta él…".
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En las sedes de la Biblioteca Cannábica encontrarás otros documentos disponibles sobre el tema.
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